sábado, 20 de octubre de 2007

GECMA: 29 AÑOS DE ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE EN GALICIA

En la conferencia de GECMA en el III Congreso de Compostela Monumental, han dicho que: En 1978, debido al preocupante grado de contaminación que iba adquiriendo la Ría de Vigo, a la conversión del río Lagares en una fétida corriente cloacal, a las enfermedades hídricas del entorno rural vigués, etc., un pequeño grupo de personas encabezadas por Tito Gómez Giráldez, se reúnen para defender el medio ambiente y pedir la puesta en marcha del denominado Convenio MARPOL y de un Plan Especial de Saneamiento Integral de Vigo. Allí estaban: Pepe Torea (abogado, que luego fue Teniente de Alcalde en el Concello de Vigo y el que puso en marcha EMAVISA), Javier Pérez Tizón (Ingeniero de Montes, que a la postre fue Delegado provincial de Medio Ambiente de la COTOP), José Manuel Álvarez (Hidrogeólogo, colaborador de la NASA), entre otros.

Ya en 1980, en un Congreso en Lugo, entre otros puntos, y dentro de la ponencia de Medio Rural, se presentaron dos importantes estudios o propuestas para solventar el problema de despoblación y envejecimiento que se venía dando, desde 1965, en el rural y el abandono y degradación que se estaba produciendo en fincas y montes. Se presentó: el Banco de Tierras, bastante más completo, y contemplando todas las características del medio rural gallego, que el finalmente aprobado por la consellería de Medio Rural de la Xunta; y el Fondo de Fomento Forestal de Galicia, con el aprovechamiento integral de los residuos forestales. El Fondo de Fomento Forestal está pensado para que, por un lado, sirva para el cuidado del monte y para la prevención de incendios forestales, y, por otro, como creación de riqueza, después de una correcta planificación forestal con sus reservas de monte bajo para preservación del ecosistema.
Aquí quiero recordar parte de una conferencia de Nelly Pérez, sobre ““Fomento y armonización de la riqueza forestal de Galicia”. Pronunciada en el año 2003.

“En el largo período de 25 años hemos defendido, a través de las distintas conferencias sectoriales (Jornadas de Ecología y Medio Ambiente, celebradas en 1990), nuestra concepción respecto a la imperiosa necesidad de establecer un Plan Forestal de Galicia en el que han de describirse y grafiarse las distintas áreas de conservación o implantación de las distintas especies silvícolas, con las necesarias reservas de monte bajo y el equilibrio biológico que las distintas especies ofrecen entre sí, así como una constante labor de limpia y desbroce y el oportuno acopio y canalización de las aguas pluviales para el regadío y extinción de posibles incendios. La desidia de los distintos gobiernos gallegos dio lugar a que nuestros montes se transformen en un monocultivo de las especies eucalipto y pino que se desarrollan sin atención alguna en un bosque cuajado de matorral y pasto periódico de las llamas, derrochándose en el servicio contraincendios de aviones y helicópteros más recursos que los necesarios para hacer altamente rentable al explotación de nuestros bosques.

También indicábamos en aquel entonces la precaria situación en la que se encontraban los montes y en algunas zonas del rural, casi deshabitadas y envejecidas, las distintas entidades titulares de los Montes en Mano Común, carentes de conocimientos técnicos y medios humanos, materiales y económicos para afrontar con éxito, durante todo el tiempo del ciclo productivo (25-50 años), los complejos avatares de la empresa forestal, por lo que abogábamos por la creación de un Fondo de Fomento Forestal que permitiera la explotación técnica de nuestros bosques a través de un organismo específico dependiente de la Consellería de Medioambiente, con aportación de una cantidad fija anual a los interesados, según superficies aportadas, con cargo a importe de la liquidación de la riqueza talada en el momento de su apogeo, sin que tampoco esta solución tuviera acogida, con los nefastos resultados que la situación actual presenta, la cual se agrava por el envejecimiento de la población existente y el abandono de la aldea por la escasa juventud residente en la misma. Dándose el caso de que muchos de los incendios producidos en épocas estivales son a causa del bosque creado por el monte bajo y por desconocimiento del medio, de las personas que se acercan a pasar las vacaciones en las aldeas.

Es aún momento de recuperar el tiempo y la riqueza perdida, reforestando racionalmente las distintas áreas, con la consiguiente reducción del CO2 – sobre todo en el período de crecimiento -, la creación de empleo estable y el equilibrio del ecosistema.

Es posible hablar de lubricultura, con aprovechamiento de parte del monte bajo, para creación de humus – abonos, proteínas, pesca deportiva, … . Se puede realizar un estudio en el sentido de compaginarlo con otro sobre el aprovechamiento de los residuos forestales y la biomasa para la creación de energía, humus, piensos, carbón vegetal, metano, biogás, bioóleo, obtención por pirólisis o gasificación o bien alcohol obtenido por fermentación, etc. Se necesita, también, fomentar el senderismo, aprovechar los caminos forestales y cortafuegos para hacer pozos que estarían disponibles para cualquier emergencia, etc.”.

Así, entre Congresos y Asambleas, fue transcurriendo el tiempo donde se fueron realizando, o cooperando en, infinidad de estudios sobre:

- Política medioambiental
- Protección de la atmósfera
- Gestión de aguas continentales
- Protección de la Costa y Aguas Marítimas
- Necesidad de una gestión de Residuos Sólidos Urbanos, evitando los
vertederos incontrolados en montes, etc.
- La necesidad de investigación sobre el medio ambiente.
- La influencia de las demás políticas en el medio ambiente.
- Adaptación de nuestra política al contexto internacional.
- Regulación de la Ley en actividades medioambientales.
- Necesidad de regular el medio ambiente y la seguridad laboral.
- Estudio sobre medio ambiente y calidad de vida de las personas de la tercera
edad y personas minusválidas.
- Agentes sociales y económicos en el Medio Ambiente.
- Necesidad de cambios en la legislación sobre zonas húmedas y estuarios, etc.

En los años 80 se había incorporado, a la dirección del Grupo, Nelly Pérez Giráldez que le da un sentido de más concienciación y sensibilidad ciudadana a través de divulgación, conferencias y notas de prensa.

Pero es el día 2 de enero de 1989, en parte por las discrepancias mantenidas con el equipo de gobierno vigués, encabezado por Manoel Soto Ferreiro, y el de la Xunta, sobre el Plan de Saneamiento, la necesidad de adaptar la EDAR del Lagares a la normativa comunitaria o la construcción y relleno del espacio, en Bouzas, para la Zona Franca, sin una escollera, previa, que delimitara el espacio a rellenar y evitase las consecuencias que se estaban produciendo en los fondos de la ría y en la turbiedad de sus aguas, destruyendo el placton, fitoplacton, zooplacton, sales marinas… o sea la base del ecosistema marino ( En el mar existen tres agrupaciones principales de seres vivos: placton, necton y bentos. El placton está constituido por microorganismos vegetales y animales cuyo movimiento autonómo, cuando lo tienen, no sobrepasa al de la masa de agua, considerándose pues, que viven flotando a la deriva. El fitoplacton más numeroso lo constituyen diatomeas y dinoflagelados y son los principales iniciadores de la cadena alimentaria. El zooplacton lo forman todos los huevecillos y estados larvarios de animales superiores y adultos microscópicos -entre cinco micras y un centímetro-.
El necton lo forman todos los animales marinos que experimentan migraciones verticales y horizontales, cuya magnitud varía desde un metro hasta miles de kilómetros.

Sin embargo, los bentos son los organismos que habitan en el fondo del mar, desde el litoral hasta las fosas más profundas. Pueden tener adaptaciones especiales para vivir fijos en las rocas, como las algas y los mejillones o para deambular por el fango y aun dentro de él, en presencia de luz o sin ella, gracias a unos apéndices sensoriales altamente desarrollados.).Como decíamos, es 1989 cuando GEMA da un gran salto. Empieza la era de la defensa de un desarrollo sostenible y la apuesta por las energías renovables, limpias y de larga duración y se constituye como Asociación de Ecología, Medio Ambiente, Calidad de Vida y Defensa del Patrimonio Histórico – Artístico, registrándose en el Ministerio del Interior con el número 84143, incorporando, a su dirección, otras personas como: Elvira Comesaña, Evaristo Rodríguez, Alba Villar, María Rodríguez, José Antonio Gómez González, Guillermo Paz, Marta Durán, Ricardo Negrete, Antonio Davila, Carmen Pérez Quintela, Inmaculada Pierres, Camilo Muras y Ramón Pérez, entre otros, que forman un interesante grupo multidisciplinar. Es justo mencionar, también, la buena disposición de los periodistas: Miguel Ángel Rodríguez, Fernando Franco, Francisco Gil, Armesto Faginas, Luis Piñero, …, para divulgar los estudios e información que iba generando el Grupo.

A partir de enero de 2006 incluye el término ecología científica, pasando a denominarse GECMA (Grupo de Ecología Científica de Galicia) que se constituye en la Comunidad Autónoma, como una asociación sin ánimo de lucro. En esta etapa se incorporan varios profesores, abogados,..: Paco Araujo, Oscar Martínez, Uko Crusat José O.García, Xosé Manuel, María, Ferreira, Breogán, Antón Carreira, Miguel Mosquera, Miguel Anxo Rodríguez y otros representantes de distintas profesiones y ramas del saber.

Entre las importantes cooperaciones con otros, o aportaciones, estudios, ponencias, sugerencias, participaciones y solicitudes realizadas a partir de 1980, podemos citar:

Una adecuada coordinación institucional del conjunto de las administraciones en la distribución competencial derivada de la constitución del Estado que no se dio hasta que gobernó Felipe González (83-85).

Rescatar la Isla de Cortegada

Adecuarnos a la política comunitaria, con todo el esfuerzo legislativo (1986)

La necesidad de una reforma del R.A.M.I.N.P. (Reglamento de Actividades
Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas),

Articulación de la política ambiental estatal apoyada en un cuerpo legislativo propio: normas de calidad del aire, contaminación atmosférica, reducción del contenido de plomo en las gasolinas, vigilancia y control de la contaminación, emisiones de CO2 y ozono troposférico, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, contaminación transfronteriza, etc. Así como subvenciones para descontaminación.

Una nueva Ley para la naturaleza, flora y fauna. Ley que se desarrollo en 1989. Ley 4/89.

Un Centro de Documentación en torno a una biblioteca especializada en temas de medio ambiente (El Centro de Documentación, información e investigación se puso en marcha desde la Dirección General de Medio Ambiente en 1983).

Pedimos rescatar para uso público el puente y el acceso a las playas de la Isla de Toralla, reivindicación que luego le hemos pasado a Antonio Figueroa Leri, para que la abanderase desde el Concello de Vigo y a Jesús Bahíllo para su defensa en el Parlamento, a través de la nueva Ley de Costas.

La ejecución del Real Decreto Legislativo 1302/86 que respondía a la directiva comunitaria sobre la evolución y evaluación del impacto ambiental (Finalmente se aprobó mediante Real Decreto 1131/88).

GECMA, en 1988, aprueba las bases del prestigioso Premio Ecología Galicia que viene entregando cada año, a partir de 1989. Este premio está destinado a las personas, entidades, colectivos o instituciones, tanto privadas como públicas, que en algún acto destacable, o en su trayectoria, contribuyan a prevenir, denunciar o combatir situaciones de deterioro del medio ambiente, trabajos de sensibilización, asesoramiento, atención o protección del medio y del patrimonio histórico artístico en su integridad. Así como a todas aquellas personas y entidades que dentro de sus posibilidades y en sus estudios y campos abren cauces para lograr un desarrollo sostenible, una sociedad con mayores niveles de bienestar, mayor cohesión social y mayor sostenibilidad para la reconciliación del hombre con la naturaleza.

Posteriormente hemos realizado distintas campañas de concienciación ciudadana sobre la necesidad del ahorro de energía, agua, …

Muchas de estas iniciativas empezaron a tomar cuerpo a partir de 1983. A partir de 1985 cabe destacar el Plan Director de Optimización de Redes de Vigilancia, Plan Director de Saneamiento Atmosférico, la nueva Ley de Aguas, gestión de las aguas continentales, nuevas tecnologías de depuración y subvenciones a empresas.

En 1988 – 89 el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración de aguas residuales urbanas donde se gastaron 600.000 millones de las antiguas pesetas.

Hemos expuesto y hablado de la necesidad del control de los residuos industriales, de subvenciones a empresas y del control del transporte de residuos tóxicos.

También se ha hablado de luchar contra la erosión, desertización, incendios forestales y de las importantes consecuencias, así como la necesidad de la restauración hidrológica forestal.

En esos años habíamos puesto de relieve la necesidad de crear una AMAG (Agencia de Medio Ambiente Gallega) que aglutinase las distintas y dispersas competencias. Así como un Instituto Cartográfico gallego, el Fondo de Fomento Forestal de Galicia y Laboratorios Comarcales o de Área para el acopio, reciclaje y reutilización de los residuos y subproductos líquidos industriales, entre otras propuestas. A nivel de Estado, un Ministerio de Medio Ambiente empezando por una Secretaria de Estado de Medio Ambiente.

Como todos sabemos aún hoy en día algunas de estas propuestas no se han puesto en marcha, en cuanto a la Agencia de Medio Ambiente de Galicia hubo que esperar al gobierno del Sr. González Laxe para ponerla en marcha. Se creó como una Agencia de Calidad Ambiental que, pese a la buena voluntad, era obvio que no cubría las crecientes necesidades de Galicia por lo que GECMA reivindicó una Consellería de Medio Ambiente que, acordada con el Consellerio Don Antolín Sánchez Presedo, finalmente fue creada por el gobierno del Sr. Fraga Irbarne.

El Grupo de Ecología GECMA viene apostando y apuesta por un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero que no ponga en peligro la renovación de los recursos, con el fin de dejarles a las futuras generaciones un planeta más habitable.

El grupo GECMA, desde sus modestas aportaciones, ha intentado contribuir o participar, en la medida de sus posibilidades, a la concienciación de la ciudadanía y a la creación de la denominada ciencia ecológica moderna, hasta el punto de ser considerado, por algunos, como uno de los máximos exponentes gallegos, en gran medida gracias a la participación interdisciplinaria e intergeneracional y haber sabido interpretar los sistemas naturales en términos de la teoría de la información. Por ello, desde aquí quiero, queremos, hacer un reconocimiento implícito a todos aquellos, muchos desgraciadamente desaparecidos, que participaron en los orígenes de este movimiento de reconciliación con la naturaleza y premiar, cada año –por eso hemos creado el Premio Ecología Galicia-, a las personas o entidades que en este sentido siguen abriendo cauces.

En todos estos años que llevamos trabajando por el medio ambiente hemos tenido la oportunidad de observar, analizar y comparar los cambios y mejoras que se han realizado y producido con los gobiernos de Felipe González, Aznar y ahora con Rodríguez Zapatero. Hemos sido testigos de la creciente concienciación sobre los problemas ambientales, y en concreto sobre la problemática del medio ambiente urbano y sus efectos nocivos en las ciudades y en la calidad de vida de sus habitantes. Asistimos a diversos intentos para una mejor integración de la urbanización, el medio ambiente y el desarrollo sostenible; intentos que, en el campo de la ciencia urbana, dan lugar a nuevos términos como: Ecociudad, Ciudad Saludable, Ciudad Autosuficiente, Ciudad Sostenible, Ciudad Ecológica...etc., que por ahora son términos que se mueven entre lo deseable y lo futurible.

ES 1983 EL PUNTO DE PARTIDA DE UN NUEVO CUERPO LEGISLATIVO.

Tenemos que decir que la ausencia de políticas ambientales, en el pasado, ha supuesto la necesidad de partir de cero en la consideración de la variable ambiental, que ni siquiera tenía la dimensión demandada socialmente. Como dato relevante conviene recordar que en la primera reforma urgente del Código Penal, realizada en julio de 1983 se introdujo la tipificación del delito ecológico como artículo 347-bis. Ello significó el primer paso para la instrumentación posterior de un cuerpo legislativo que estableciera normas específicas para cada variable ambiental y que posibilitara un incremento real de la capacidad planificadora y gestión ambiental. La integración de España en la CEE planteó la necesidad de adecuarnos a la política comunitaria de medio ambiente, lo que ha supuesto un esfuerzo considerable de adaptación legislativa. Hoy, podemos decir que, aunque es innegable que se han realizado acciones y se han promulgado leyes que, en principio, se supone que al entrar en vigor, darían lugar a una mejora sustancial de la situación ambiental en nuestro país, la realidad es que, quizás, por falta de control o verificación, por la escasez de medios o simplemente por dejadez o falta de interés de algunos, gran parte de las agresiones que se producen al medio no se han sancionando ni resuelto, pese al esfuerzo realizado en estos últimos años. Un ejemplo de ello es lo que ha venido sucediendo en Vigo desde 1998 con la depuradora del Lagares. En este caso concreto le advertimos al Gobierno Municipal de entonces, tenía mayoría absoluta el PP – con Manuel Pérez, Corina Porro, Chema Figueroa, Maite Fernández, …- , que no se hiciesen cargo de la EDAR hasta que cumpliese la normativa comunitaria y hubiese una certificación de un técnico competente de la Xunta de Galicia. Nuestro esfuerzo fue inútil. La Ría de Vigo sigue contaminándose y el Estuario del Lagares degradándose. Esta zona húmeda, esta Junquera, esta cuenca del Lagares, recoge las aguas pluviales y contaminadas de los asentamientos residenciales e industriales radicados en sus vertientes. Hasta épocas recientes, todas estas aguas se vertían directamente al cauce del río, transformándolo en una verdadera cloaca. A partir de 1980, se aborda la programación de unas galerías paralelas a dicho cauce, que termina con la ejecución de unos colectores cerrados que conducen el conjunto de las aguas fecales, industriales y pluviales a la depuradora construida al borde de la junquera del estuario del Lagares.

Una vez construida la depuradora se encontraron con verdaderos problemas y desde hace años se viene prometiendo, por parte de las autoridades, solucionar los problemas y cumplir escrupulosamente las normas medioambientales, pero ni dichas promesas ni los gastos en proyectos y actuaciones han solucionado el problema. ¿Cuánto se ha gastado en estos proyectos y actuaciones, hasta el momento inútiles? (Por no saberse no se sabe ni cuanto costo la depuradora). Lo que sí es cierto es que no se logra comprender como una depuradora nueva tenga tan mal funcionamiento. La solución podría venir por un tratamiento integral de los residuos líquidos: recogida y tratamiento de los subproductos industriales, separación y aprovechamiento de las aguas pluviales y tratamiento de los lodos, …

La mezcla de los vertidos industriales con las aguas fecales produce la muerte de las cepas de bacterias aerobias y anaerobias encargadas de eliminar los residuos orgánicos en suspensión en las aguas fecales, por lo que la depuradora construida pasa a ser el almacenamiento de aguas sucias altamente contaminantes, que son vertidas, en su parte más fluida, al centro de la ría, a través de un colector submarino, y los lodos de las decantadoras se evacuan directamente al estuario, produciendo la muerte fulminante de todo el ecosistema, al extremo de exterminar lapas y mejillones en las rocas existentes en la playa de la Foz, extendiéndose la mancha en todo el frente de la playa de Samil, tapizando sus fondos arenosos con una gruesa capa de fango.

La gravedad del problema se trata de disfrazar soltando los lodos de noche o en los días de mal tiempo, cuando no hay concurrencia a las playas. Pensemos en cuantos problemas y presiones de empresas se hubiesen solucionado o evitado si tuviésemos una Ría impecable que nos permitiese tener una denominación de origen para nuestros incomparables productos marinos. Todas se pelearían por estar aquí. Pensemos, también, en cuantos empresarios estarían interesados en ubicarse en este ámbito geográfico, para disfrutar de una denominación que vende por sí misma. Y aún ahora con la previsión de realizar una nueva depuradora, si no se resuelve antes el problema de los subproductos líquidos industriales que llegan a la depuradora (nosotros habíamos propuesto y seguimos proponiendo, la construcción de un gran laboratorio de área y la necesaria separación de las aguas pluviales de las fecales), estaremos invirtiendo dinero, tiempo y esfuerzo en algo que, dentro de unos cuantos años, tendrá un final parecido, por no decir igual, a la actual depuradora.

En el derecho español y remontándonos en el tiempo, la preocupación pública por el derecho ambiental, estaba más relacionada con problemas vecinales y de salubridad, que por un auténtico sentimiento ecologista. Ya en el Derecho Romano, en concreto en el Digesto, nos encontramos con las primeras normas ambientalistas que prohibían la emisión de humos a fundos contiguos. En el Derecho Español, heredero del Romano, se va a recoger esta legislación y se va a proteger los bosques contra los incendios.
Pero no es hasta el siglo XIX, cuando la intervención del Estado toma más fuerza y se protegen, desde una óptica sanitaria y local, cuestiones típicamente ambientales.

A partir de 1983 nos encontramos en España con un auténtico movimiento ambientalista. No sólo por el cambio de tendencias en la legislación y en la gestión del ambiente; sino por el cambio de perspectivas que desde la sociedad se respira en torno al Medio Ambiente. El nacimiento de los grupos ecologistas en España, viene marcado, al igual que ocurre en el derecho europeo, por su definitiva consagración en los años ochenta.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS ECOLOGÍSTAS

Una de las características comunes de estos primeros movimientos ecologistas, es que se van a aliar con partidos tradicionales de izquierdas, preferentemente con los socialistas o comunistas. Los partidos verdes van a estar presentes en todas las elecciones que se celebraron en nuestro país desde la restauración de la democracia; aliados con el Partido Socialista, por libre, con Alianza Popular, con el Partido Humanista, o con grupos regionales, como el Partido Canario o Alternativa Verde de Catalunya. La gran dispersión ideológica y el gran número de partidos que integran la filosofía ambiental en España; resta considerable fuerza a los partidos verdes.

La mayoría de los postulados ambientales son recogidos en los programas políticos de los partidos tradicionales. La adopción, por parte de las fuerzas políticas tradicionales, de los postulados ambientales, les hace ganar el voto de los indecisos y la nota de modernidad y progresismo que la sociedad busca en todos estos partidos. Los programas políticos tanto de socialistas como de los demás grupos políticos es clara, sobre todo cuando nos encontramos cerca de un periodo electoral; ¿Pero cual ha sido realmente la política seguida, se han cumplido las promesas o ha quedado en simple agua de borrajas?

LA CONSTITUCIÓN Y EL MEDIO AMBIENTE

La evolución que se produce en el panorama nacional, en la década de los 70-80, se puede equiparar a una auténtica revolución, pero mediante medios pacíficos y sin derramamiento de sangre. La proclamación de la Democracia, del Estado Social y de Derecho, constituye un capítulo fundamental en la vida de nuestro país. Inmersos en estos cambios políticos y sociales, se proclama la Constitución.

La Constitución, va a ser, con todos sus errores, un Estatuto pactado entre todas las fuerzas del momento. Va a tener una aplicación directa, no conteniendo desideratum o proyectos programáticos sin ninguna utilidad. Si bien la fuerza existente entre sus diferentes preceptos, va a ser distinta. A pesar de estos grandes cambios, o como consecuencia de ellos, los españoles van a responder a este proceso de cambio subiéndose al tren de la modernización y de Europa. Una de las cuestiones que no van a dejar a un lado y que van a tratar por primera vez en el texto Constitucional, convirtiéndose así en uno de los países pioneros; es el tema ambiental.

PROBLEMAS AMBIENTALES

Los problemas medioambientales no son cuestiones que preocupen sólo a una minoría, sino que se han convertido en una exigencia de la colectividad en su conjunto, de todos los ciudadanos. Por tanto, estamos en presencia de un tipo de cuestiones y de preocupaciones que, realmente, responden a aspiraciones mayoritarias.

La preocupación por la problemática ambiental no es reciente, pues cuenta ya con varios siglos, aunque en la actualidad dicha inquietud se transforme en angustia. Ello es así porque la concepción, dinámica y dimensión acerca del tema han ido modificándose en cada tiempo y lugar, subyaciendo siempre el paradigma de interés por cuidar el entorno que rodea al hombre.

El mundo actual es protagonista de una crisis general, crisis que a no dudar genera adelantos y una nueva economía por aprovechar, pero produce un estado de incertidumbre respecto a la intensidad del cambio y sus posibles consecuencias.

Indudablemente, no habría cuestión ambiental alguna, si los recursos del Planeta fueren infinitos o si, en tal caso, no se dependiera de ellos para la subsistencia; lamentablemente no es esa la situación y es por ello que devienen los conflictos con el ambiente.

Se puede decir que nos hemos apropiado de la tierra y que nos creemos los amos absolutos de lo que se produce en ella. Disfrutamos de las montañas y de las llanuras, y los ríos son nuestros. Sembramos el grano y plantamos los árboles. Fertilizamos la tierra, detenemos, dirigimos y corregimos el curso de los ríos. En resumidas cuentas, con nuestras manos nos atrevemos, mediante nuestras acciones en el mundo, a crear, por así decir, otra naturaleza.

Todo ello nos ha llevado a una situación peculiar: la explotación de estos recursos ha hecho que la naturaleza se viera cada vez más degradada y que en contraste con el bienestar que se pretendía conseguir se creara una situación de insatisfacción. La salud humana, la necesidad de gozar de la naturaleza, los recursos disponibles se ven afectados por el aumento de la degradación y hacen al hombre sentirse inquieto y en conflicto con su tendencia a la superación del nivel de calidad de vida que va adquiriendo. En consecuencia, el hombre se ha dado cuenta de la fragilidad del medio en el que vive, frente a sus actividades y nace un nuevo concepto en el esquema de valores del género humano: la protección y restauración del medio ambiente y el de ciudades medioambientalmente sostenibles.

En cuanto a esto último, todos sabemos que las ciudades no nacen de forma espontánea; es un producto humano, en cuyo origen late la aspiración de unos hombres y mujeres que pretendían un espacio en común de libertad, de desarrollo, de seguridad, de convivencia y de creatividad.

Las ciudades siempre han representado el “triunfo del hombre sobre la naturaleza” la ruptura de los estrechos vínculos y los compromisos que le une a ella y al medio ambiente. Representan la forma más concreta de la relación entre la sociedad y el medio ambiente. En todo el mundo, han pasado a convertirse en una especie de símbolo de crisis ambiental, ya que transforman recursos naturales valiosos en desechos y contaminantes.


CIUDAD: CRECIMIENTO DESBORDANTE O CRECIMIENTO SOSTENIBLE

La evolución posterior y las transformaciones incorporadas por las necesidades, las exigencias o los intereses de sus habitantes, han desembocado, sobre todo a raíz de la Revolución Industrial de comienzos del siglo XIX, en una situación desproporcionada y de enorme complejidad.

Es verdad que las ciudades se enfrentan a un crecimiento desbordante, a procesos de especulación del suelo y encarecimiento de la vivienda, a factores de inseguridad y exclusión social, a la demanda de equipamientos e infraestructuras del transporte y el abastecimiento de agua y energía, y a un deterioro creciente del medio ambiente urbano por la contaminación, el ruido, los residuos o los vertidos.

Por todo lo anterior, los gobiernos deben definir una política económica y medioambientalmente justa, equilibrada y sostenible; destinadas, por una parte, a corregir e invertir las tendencias de degradación y, por otra, impulsar en toda la estrategia de planeamiento urbano los aspectos que ayuden y favorezcan la calidad de vida y el desarrollo humano, definiendo un modelo de desarrollo de nuestras ciudades adecuado a las condiciones, características y tradiciones. Una política medioambiental tendente al mantenimiento de un entorno de calidad compatible con un sistema apropiado de comunicaciones, por tierra, mar y aire, y equipamiento interior.

Estas políticas, estas acciones, deben realizarse con vistas al futuro, y este camino sólo es posible recorrerlo con una gran responsabilidad por parte de todos. De poco sirve que unos se preocupen, si otros se desentienden. Por ello es preciso que participen en su elaboración y seguimiento las distintas administraciones públicas que actúan en el territorio, los agentes económicos y sociales, los propios ciudadanos a través de un proceso constante de formación e información, los colectivos medioambientales y ecologistas, especialmente preocupados con el uso y gestión de los recursos naturales y los técnicos o especialistas que deben aportar sus conocimientos y experiencias.

Nosotros siempre hemos mantenido diálogos interesantes y sinceros con la empresa, porque ella como agente determinante en el proceso productivo y elemento dinamizador de la economía, conforma un activo protagonismo, al igual que los grupos de ecología, a la hora de hablar de las actuaciones ambientales y modelos de ciudad.

Es necesario empezar a diseñar y construir un nuevo modelo de ciudad:

Una ciudad que recupere, ante todo, su dimensión humana, hecha a la medida de los ciudadanos y ciudadanas que la habitan, como lugar de convivencia, de trabajo y de progreso, sabiendo que habitamos en un mundo cada vez más globalizado y deslocalizado.

Un progreso basado en el desarrollo sostenible y la modernización ecológica, capaz de mantener unas relaciones armoniosas entre los seres humanos y la naturaleza.

Una ciudad basada en criterios medioambientales de salubridad, de calidad de vida, de bienestar, de fácil accesibilidad para todas las personas y de un desarrollo equilibrado que apueste, entre otras cosas, por las denominaciones de origen. En este concepto trabaja, entre otros, GECMA.

Nuestro planeta necesita de todos. No debemos olvidarnos que “Desarrollo y responsabilidad ambiental” son principios inseparables. Por eso pedimos a todas las autoridades que gobiernen para la paz, el desarrollo sostenible y la ecología, porque ese es el futuro que necesita el planeta.

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