domingo, 25 de noviembre de 2007

Entrevista al capitán del crucero sueco "Explorer"

Capitán Bengt Wiman: --""Siento desilusionar a muchos periodistas, pero mi barco no chocó contra un iceberg como le ocurrió al Titanic"".

El capitán del crucero sueco "Explorer" recibirá la medalla de plata de la Fundación Internacional Titanic: --""Si nuestro accidente se hubiese producido en el año y en la zona del Titanic, las consecuencias hubiesen sido las mismas. Ellos no disponían de los adelantos técnicos con que contamos nosotros"".


--""La verdad es que, hasta el momento del accidente, navegábamos con la misma tranquilidad que el resto de los días. Hacía frío, pero no demasiado, la mar estaba un poquito picada, normal en esta zona, y el viento, flojo, hacía que la temperatura pareciese más baja de lo que en realidad era"". Con estas palabras se inicio el dialogo entre el capitán Bengt Wiman y el presidente de la Fundación Internacional Titanic, el periodista español Jesús Ferreiro, a través del radiotelegrafista de la Agencia de Guardacostas de la Marina Chilena.

--Capitán, como sucedió el accidente?.

-- A las 03,50 horas (GMT) el oficial de guardia en el puente me avisó que habían comenzado a sonar dos alarmas de inundación en la sala de maquinas. Inmediatamente subí al puente y solicité el parte de daños. El jefe de maquinas me informó que se habían producido dos pequeños agujeros en el casco, uno de 20 centímetros, aproximadamente, y el otro un poco más del doble de ese tamaño, por lo cuales entraba mucha agua.

-- No funcionaron bien las bombas de agua?.

-- Si, y, en principio, el jefe de maquinas me dijo que el barco no corría peligro y que estaban intentado taponar los dos agujeros. Al cabo de media hora consiguieron taponar el agujero más pequeño, pero no podían con el grande. Entraba mucha agua y las bombas de achique no daban abasto, hasta que el agua cubrió los generadores y las bombas de achique dejaron de funcionar, entonces me di cuenta que tendríamos que abandonar el barco.

-- Se pidió ayuda por radio?

-- Si, y recibimos inmediatamente la respuesta del crucero noruego Nord Norge, indicándonos que ponían sus motores a toda potencia, pero que tardarían poco menos de cuatro horas en llegar a nuestro costado.( Justo el mismo tiempo que tardó el "Carpathia" en recoger a los náufragos del Titanic).

--Cuando decidió abandonar el barco?.

--En cuanto vi que comenzaba a escorarse. Consulté con el jefe de maquinas para conocer la situación en la zona de las vías de agua y entonces ordené el abandono del barco.

--Temió que se produjesen actos de nerviosismo?

--Eso siempre hay que temer en estas situaciones, pero, afortunadamente todo se desarrolló perfectamente. Una vez todos en tierra, felicité a los miembros de mi tripulación y a los pasajeros, porque todos cumplieron con sus obligaciones y, aunque 6 de los pasajeros sufrieron leves heridas por el frió, nadie sufrió incidencias graves.

--Cuando abandonó usted el barco?.

--Yo me quedé a bordo con un pequeño grupo de tripulantes, el jefe de maquinas y varios técnicos, para intentar aguantar el barco a flote lo más posible, pero nos fue imposible, el barco comenzó a escorar peligrosamente y no quise arriesgar la vida de mis tripulantes, por lo que abandonamos el barco, yo el último, como lo haría cualquier capitán.

--Contra que chocaron?.

--Voy a desilusionar a muchos peridistas, pero mi barco no choco contra un iceberg, si hubiese habido un iceberg en nuestra ruta, hubiesen sonado las alarmas de los radares y, además, lo hubiésemos visto todos, pero no, no fue un iceberg el causante de nuestro hundimiento, aunque le confieso que yo, al principio creía que el choque había sido contra una ballena, pero tampoco, la opinión de los técnicos es que el choque fue contra varios trozos, muy duros, de hielo, pequeños trozos, pero muy duros, que abrieron en el casco los boquetes suficientes para provocar nuestro hundimiento.

--Cuantas personas iban a bordo?

--54 tripulantes,91 pasajeros y 9 expertos técnicos de la compañía que fletó el barco.En total íbamos 154 personas a bordo.

--Llevaban botes salvavidas suficientes?.

--Naturalmente, igual que todos los navíos actuales. Llevábamos 8 botes salvavidas y 6 balsas.

--Acudirá a recoger la Medalla de Plata de la Fundación Internacional Titanic?.

--Naturalmente, me acaban de dar la noticia y como es un reconocimiento al buen comportamiento de toda mi tripulación en las tareas de salvamento de las personas que llevábamos a bordo, yo, como capitán y en su nombre, estaré encantando de recibir este reconocimiento.

Esta vez todo ha salido bien. Las condiciones técnicas del barco, la experiencia del capitán, el buen estado de la mar y el cumplimiento de la legislación vigente en materia de seguridad de la vida humana en la mar, han evitado que este accidente solo pueda ser comparado con el Titanic por su posible choque contra un iceberg, y no por las victimas que se produjeron.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Prestige: 13 de noviembre cinco años después

Océano: El ecosistema más importante de la Tierra en gran parte deteriorado por el hombre.


Dogmas, religiones, a parte. La teoría de los científicos coincide en que el origen de la vida se encuentra en el agua, concretamente en el océano primitivo.

Hoy, en gran parte, deteriorado por el hombre y sus “avances”, sigue siendo el ecosistema más importante de la Tierra, a pesar del peligro de los: hidrocarburos, contaminantes persistentes, metales pesados, nutrientes-fertilizantes, bacterias de nuestro residuos, fosas de residuos nucleares, plásticos y otros desechos, aguas de lastre, pesca abusiva, transporte, oleoductos y gaseoductos, ocupación costera, cambio climático, …, que los “inundan”.

En el océano, en los mares, hay una contaminación constante de: crudo, fuel, gasolina, aceite, etc. Este problema global supone que millones de toneladas de estos productos lleguen al océano, bien en mareas negras provocadas por accidentes de buques petroleros, bien por la limpieza ilegal de las sentinas en alta mar, etc. Estos problemas, hasta el momento, no hemos sido capaces de atajarlos ni con el Convenio MARPOL, ni con el Convenio OSPAR, ni con los planes de lucha contra la contaminación del medio marino puestos en marcha por los distintos estados. Se necesita algo más CONCIENCIACIÓN.

Ahora, el 13 Noviembre, se cumple el 5º aniversario de la gran catástrofe ecológica sufrida por Galicia. Conocida, a partir del 13 de noviembre de 2002, con el nombre de “Prestige”. Este accidente cubrió de negro nuestras costas , las asturianas, cantabras, vascas y hasta las del sur de Francia, donde los gestos generalizados de desesperación se unían a las enormes manchas de fuel en el agua y a las impactantes imágenes de aves petroleadas o a las rocas y playas teñidas de negro.

Sin entrar en consideraciones científicas, proyectos de investigación o en los conocimientos, más o menos valiosos, que se han extraído de esta desgraciada experiencia, se puede decir que, afortunadamente, los peores augurios sobre las consecuencias negativas del vertido en el ecosistema no se cumplieron gracias a la enorme capacidad regeneradora del medio marino y a la textura y características del fuel que permitió ser recogido en buena parte, por las manos de la solidaridad. La denominada marea blanca, de voluntarios-solidarios que quisimos aportar nuestro granito de arena. Pero también es necesario que nos sirva de lección, desde la aceptación de que hubo fallos en algunas tomas de decisiones, en la falta de comparecencia rápida de algunas autoridades –por “disfrutar” de unos días en temporada de caza…-, desafortunadas declaraciones… La que se hizo más “popular” fue la de Mariano. Recientemente, no le sirvió de enseñanza, sacó otro “ocurrente” titular de prensa implicando a un “primo”.…- jugando con la “ironía”, como apostilla otra líder para sacarle las castañas del fuego por la metedura de pata- sobre un tema de la importancia del cambio climático que afecta a todos, más allá de las fronteras. Pero, a eso, a los gallegos, ya nos tiene acostumbrados, después de lo de los “hilillos del Prestige …


Esto no significa que nos tengamos que olvidar y pensar que aquí no pasó nada. El accidente del Prestige fue una verdadera catástrofe del que debemos extraer valiosos conocimientos, de la experiencia desde el principio, para emplearlos en caso de necesidad, en algo que ojalá nunca se repita.